El atraso es una política del gobierno

Como si no alcanzara con todos los problemas salariales que venimos arrastrando desde hace años, como son los bajos salarios con respecto a la canasta familiar, el achatamiento de la escala salarial, y gran parte del salario en negro, en la coyuntura actual se suma un problema más, que pensábamos superado: el cobro atrasado.

En Río Negro los trabajadores dependientes del estado provincial, nos hemos mal acostumbrado a no cobrar en tiempo y forma. Tolerando que el Estado cumpla con el pago del servicio prestado con dos, tres o mas días de atraso. Se nos ha vuelto normal esta situación, como también la de cobrar sin tener a la vista el recibo correspondiente; la mayoría de las veces, cuando llega a nuestras manos el recibo de haberes, ya hemos gastado el dinero, sin saber si habíamos cobrado lo que nos correspondía.
Esta situación, que resulta intolerable de ser realizada por cualquier empleador privado, es lo cotidiano de los trabajadores estatales de Río Negro.
Como si esto fuera poco, el atraso se ha ido profundizando, al punto que noviembre es el segundo mes consecutivo que cobramos a mitad de mes.
De parte de algunos compañeros se tiende a naturalizar este hecho. Se recuerdan otras épocas en donde era normal el pago de haberes con más de un mes de atraso, y se dice que “nos hemos acostumbrado a cobrar en término” o que “en otras épocas hemos estado peor”. Sin negar la parte de verdad que tienen estas frases, también tienen una parte de complicidad con el sistema actual. Debemos resaltar que es nuestro derecho fundamental como trabajadores cobrar en término, en los primeros 5 días hábiles del mes. No podemos naturalizar el problema. El cobro atrasado no es causado por un fatalismo histórico, o por errores de los trabajadores de la educación, sino que es exclusiva responsabilidad del gobierno provincial.
La situación corre peligro de agravarse en meses como diciembre y enero, en los cuales no tenemos capacidad de presión hacia el gobierno, por encontrarnos desmovilizados. Además, a esto se le suma que el gobierno ha tomado como rehén nuestro sueldo de diciembre, a partir de la paritaria que pone fin al conflicto de febrero y marzo de este año.
Por eso llamamos a todos los compañeros a estar movilizados y organizados ante el caso de que el gobierno siga profundizando el atraso salarial. Y difundir entre los compañeros docentes, los padres y los alumnos la situación real por la que estamos pasando los trabajadores de la educación de la provincia.

También será necesario que alguna vez empecemos a estudiar la estructura de gastos del gobierno provincial, porque es probable que el atraso en el pago de sueldos sea parte de una injusta distribución de los recursos de la provincia, es decir, que “la plata se gasta mal” y no que “la provincia no tiene plata”, como dicen los funcionarios provinciales. Eso significaría superar la lucha sectorial y empezar a plantear la lucha en conjunto con otros sectores de trabajadores tendiendo a una más justa distribución de la riqueza.