La prepotencia del sistema

Vivimos rodeados de violencia. Es un hecho que no necesita demasiada demostración. Violencia física, verbal. Es difícil encontrar un hilo en todos los hechos de violencia. Pero hay un tipo de violencia especialmente desagradable y repudiable: la violencia que viene desde arriba, que viene desde poder.


En los últimos meses asistimos a una serie de hechos aparentemente aislados entre sí: un grupo de policías amenazando a un grupo de adolescentes en Luis Beltrán, la violencia (expresada también con lenguaje discriminatorio) del intendente de El Bolsón Romera contra un periodista que se hizo eco de un negociado de tierras, la criminalización de la protesta social cuando un dirigente de Unter de Bariloche es llamado a declarar por un Juez Federal (designado por la dictadura) por haber cortado una ruta, la golpiza de la policía de Patagones contra un estudiante que lucha por el boleto estudiantil...
Hechos aparentemente aislados, tienen sin embargo una raíz común: la prepotencia de un sistema que no tolera la resistencia. No importa si esta prepotencia se expresa como violencia física o como amenaza, si lo hace directamente o por medios legales, o si es ejercida por jueces, políticos o policías. En todos los casos expresa la prepotencia del que se cree impune porque el Estado le asignó una responsabilidad, la falta de escrúpulos ante los más mínimos reclamos de derechos.
¿Se acuerdan cuándo nos decían “violentos” porque cortábamos una ruta? ¿Cuándo por hacer huelga nos decían “energúmenos”? ¿Qué dirán ahora esos medio de comunicación? ¿Esos periodistas indignados? ¿Esos padres/punteros con tanto “sentido de su responsabilidad ciudadana”? ¿Esos políticos con gesto adusto y serio?...
Sea cómo fuere, la prepotencia de los que tienen la fuerza física no tiene que amedrentarnos. Ante la violencia del sistema, la única respuesta efectiva es la organización: Se organizan los padres de los jóvenes agredidos en Beltrán, se organizan los vecinos y trabajadores del Bolsón, tienen una organización que los defienda los dirigentes gremiales llevados ante el poder judicial mucamo del poder político. Somos más que ellos, si el pueblo se organiza podrá llevar adelante una resistencia efectiva contra estos atropellos.