LA OFENSIVA DEL GOBIERNO Y LAS TAREAS DE LOS TRABAJADORES

Los trabajadores de la educación de Río Negro venimos sufriendo desde hace varios meses una ofensiva del gobierno sobre nuestras condiciones de trabajo.
A los descuentos masivos y arbitrarios del mes de Mayo, se le suman el decreto del gobernador en el que se cambia la movilidad, y un anteproyecto de reforma de la resolución 100 que afectaría principalmente la forma de las designaciones modificando las condiciones de trabajo.
Todo esto en un marco de avance de los cierres de cursos y no apertura de nuevas secciones y cargos, lo que significa ajuste económico y pérdida de fuentes de trabajo.
Todas estas medidas son tomadas por fuera de la paritaria e ignorando al representante docente del CPE, de manera unilateral, arbitraria e inconsulta, por un gobierno que no respeta las reglas mínimas de la democracia.
Por otra parte, la salud de los trabajadores y su familia queda a la deriva, con un IPROSS totalmente desfinanciado y anulado en su funcionamiento.
Otro campo de avance del gobierno en desmedro de los trabajadores de la educación tiene que ver con el deterioro del salario, en el que confluyen la desvalorización que viene de años (sumas que no van al básico y achatamiento de la escala salarial) con los perjuicios producidos por las subas de precio de los últimos meses. Por esto, debemos luchar, para que se reabra el debate salarial, para empezar a plantear un aumento acorde a la canasta familiar.
La situación en que estamos es crítica. Esta ofensiva del gobierno amenaza con perjudicar gravemente nuestras condiciones de trabajo y esto puede traer consecuencias a largo plazo, muy difíciles de contrarrestar una vez aplicadas.
Por todo esto, debemos terminar con esta política. La única forma de hacerlo es movilizarnos, ir a las asambleas, debatir, proponer y decidir democráticamente.
El único camino que nos queda es la lucha, la acción directa contra el gobierno, el debate escuela por escuela con nuestros compañeros. De nada sirve delegar responsabilidades y quedarnos en la pasividad. Tampoco sirven las medidas estrictamente formales y legalistas, sino están acompañadas por la movilización del conjunto de la base docente.
Con nuestra democracia sindical tenemos que enfrentar al autoritarismo del gobierno.